Buenos días amigos de los Lunes al Sol, espero que aún estéis de vacaciones y disfrutando sin demasiados excesos… o sí.
Este LcH de hoy viene con reflexión veraniega, que aún nos quedan unos días de vacaciones y podemos ver un poco nuestra vida desde otra perspectiva.
No se vosotros, pero al menos yo en esta época me planteo cosas que (por desgracia) en otros momentos del año no me paro a pensar y creo que todos deberíamos hacerlo más a menudo, y más que pensarlas, ponerlas en práctica.
Uno de mis pensamientos fundamentales y creo que de todos nosotros es aprender a vivir. Y si, digo aprender a vivir no sobrevivir. Sentirse vivo.
Generalmente nos limitamos a pasar por la vida, a dejarnos ir sin realmente disfrutarla. Parecemos programados, intentan de hecho programarnos para no pensar, para no vivir, simplemente hacer una labor que en muchas ocasiones no nos gusta o no nos llena como debería. No hablo solo del terreno laboral, hablo de todos y cada uno de los momentos de nuestra vida.
De vez en cuando debes pararte a pensar y preguntarte si eso que haces día a día es lo que quieres hacer, si te sientes satisfecho con lo que haces, si te llena, si te reconforta.
En mi experiencia, he visto a gente que ha triunfado a nivel laboral pero que tiene escasas o nulas aspiraciones personales. Supeditar el triunfo profesional al personal es uno de los errores más grandes que pueden cometerse en esta vida. No todo es ocio y no todo es negocio. El equilibrio es la clave de una vida plena.
Sentirse vivo y feliz con tu vida no depende del dinero, depende solo de ti. Depende de hacer aquello que te gusta y que te carga las pilas, sea lo que sea. Ver a tus amigos, disfrutar de un amanecer, cocinar para tu mujer/pareja, hacer un viaje, reír con tus hijos.
Desde hace un par de años no me gusta planificar demasiado. He descubierto que al menos para mí, dejarse sorprender por la vida y vivir simplemente el hoy sin pensar en el futuro es mucho más gratificante.
Y en esas estamos, intentando descubrir el misterio de la felicidad, que por mucho que te cuenten cada persona tiene el suyo.
NO ESPERES A MAÑANA, VIVE HOY (que mañana llega tu suegra).
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