Buenos días a todos
Día especial, día de ilusión… día del “quiero ser niño para siempre”
Cada 6 de enero, los Reyes Magos llegan para recordarnos que, aunque los años pasen, todos llevamos dentro a ese niño que se emociona al ver un regalo envuelto.
Los niños esperan con ansias (y en ocasiones terror) la llegada del amanecer para descubrir si sus cartas y deseos fueron escuchadas, mientras los adultos luchamos por mantener viva esa chispa de magia en nuestras vidas.
La noche previa es casi una competición de ilusiones: los niños dejan los zapatos bien colocados, acompañados de turrones, un vaso de leche o incluso cava y un buen jamón, que hay reyes y Reyes, mientras los adultos vigilamos que no falte detalle (y que nadie olvide las pilas para los juguetes). Sin embargo, también hay un guiño humorístico en todo esto: En ocasiones, con bastante mala leche por portarse mal.
Y luego llegado el gran momento, los niños gritan de alegría al encontrar ese juguete tan deseado, mientras nosotros, los mayores, abrimos calcetines o batidoras con una sonrisa que mezcla gratitud y resignación. Aunque, siendo sinceros, la magia también está en esos pequeños gestos que nos hacen volver a sentir como niños.
Al final del día, la verdadera magia de los Reyes no está en los regalos, sino en las emociones que compartimos.
Ver la felicidad de los niños es un recordatorio de que nunca deberíamos perder nuestra capacidad de soñar. Así que, este 6 de enero, aunque ya no esperemos el Scalextric o la ansiada bicicleta, sigamos creyendo en la magia, porque al final del día, ser adulto también significa saber mantener viva nuestra ilusión de niño.
Que nunca perdamos esa ilusión es un trabajo de todos, de los adultos. Cierra los ojos y vive esa ilusión.
FELIZ DÍA DE REYES A TODOS.
Que tengas un buen día, si no tienes otros planes.
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