Ocho del ocho y yo con estos pelos.
Buen lunes veraniego. Tenemos 24 horas para que este lunes sea irrepetible, así que vamos a empezar con buen humor.
Creo que empezar con buen humor el día, da igual si es lunes o no, te predispone a que te ocurran fantásticas. El buen humor se debería enseñar en la escuela, debería ser asignatura troncal.
El humor te cambia el ánimo, te carga las pilas, te permite ser más cercano a los demás, empatizar con la gente, y encima es gratis, que más puedes pedir.
Despierta con buen humor, y no caigas en el error en el que caen muchos. Despertar de mal humor no viene de fabrica. Eres tu el que con tu actitud hace que así sea.
Eso sí, siempre que sea un despertar normal y no tengas ningún cabroncete en casa.
Generalmente casi toda la gente que despierta de mal humor tarda al menos un par de horas en normalizarse, en «pillar» el ritmo del día. No se les puede hablar, no se les puede hacer bromas.
Tiempo desperdiciado para hacer algo de valor. Cambia las reglas, solo tienes que poner un poco de tu parte. En ocasiones simplemente se trata de sonreír, no hace falta ser humorista.
La sonrisa es poderosa, es contagiosa, es vida. Os dejo unos consejos breves.
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