La imagen que tenemos de los empresarios son de gente seria y con caras de pocos amigos. Los empresarios americanos, sobre todo los estadounidenses, suelen ser más atrevidos y hacer más “!Show” con sus empleados, ya que consideran la empatía y la humanidad como principios inherentes al desarrollo empresarial. El hacer el ridículo nos acerca a las personas, ya que todos estamos expuestos en algún momento a hacerlo.