El 23 de Mayo de 2014, en el Evento Sin Límites, mi buen amigo Javier Clavero se planteó superar el record de flexiones seguidas, cosa que logró.
Cuando me pidió que fuera uno de los ponentes en el acto, me plantee superar un reto, algo que se me diera realmente mal y me costara mucho hacer. De ahí surgió la idea de Bailar un Tango.
Mi herencia genética por parte materna me hace arrastrar los pies y tropezarme a menudo, lo que supone que, en mi caso, cualquier baile se convierta en un deporte de riesgo extremo. Este fue el resultado ¿Reto superado?. Más bien logrado con cierta dificultad.
Las criticas más feroces tildaron mi actuación de un nuevo estilo, el Robocop-Tango.
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