Cuando nos ponemos una peluca, simulando un pelo que no es nuestro, sin duda nuestra imagen pasa  a ser hilarante para los demás.

Si analizamos nuestros hábitos de vida, tarde o temprano vamos a perder el cabello, en mayor o menor medida. Entonces, ¿Por qué no practicamos poniéndonos la peluca? 

Ponerse la peluca es un acto que demuestra valentía, ya que se pierde totalmente el sentido del ridículo. Ponte la peluca ¡YA!

He visto directivos, políticos, agentes sociales, que poniéndose la peluca parecen más humanos y más cercanos. Una pena que solo lo hagan en contadas ocasiones o en fiestas concretas.

Por eso desde HuDiPro te animamos a que te pongas la peluca. No tengas miedo a los piojos, para eso se inventó el Filvit. Atrévete y haz de tu pelo algo divertido.

Porque ya lo dijo la Orquesta Mondragón: ponte la peluca ¡YA!