Todo el esfuerzo, todo el tiempo invertido, todo el sufrimiento, tiene un fin, y se trata de un resultado. El objetivo marcado puede haberse alcanzado totalmente o parcialmente o no haberlo logrado, pero el esfuerzo y las ganas han sido incuestionables.

Por eso te decimos: ¡¡¡¡Prémiate¡¡¡¡. Si lo has logrado, ¡¡¡enhorabuena¡¡¡, si lo las logrado a medias, también felicítate, si no lo has conseguido ¡¡¡lo has intentado con todo tu corazón y toda tu alma¡¡¡

Un hombre estaba en la barra de un bar bebido y seguía bebiendo. Se acerca otra persona y le pregunte ¿Por qué bebe?. A lo que el hombre le mira sonriendo y responde: Si me van mal las cosas, bebo para olvidar, si me van bien, bebo para celebrarlo, si las cosas no van ni bien ni mal, bebo. Si sustituimos la bebida por una celebración tenemos la clave para poder sentirnos bien.

Si el esfuerzo ha sido individual, y solo tú sabes lo que has sufrido para sacar las cosas adelante, permítete un regalo, un premio algo que te haga sentir bien. Puede ser material o no. Cómprate algo, tomate un día libre, haz un viaje, ve a ver a alguien al que amas, pero sobre todo date ese autoreconocimiento.

premioEn la vida y en el trabajo debemos premiarnos y también premiar a otros por su esfuerzo. Estés en el puesto que estés, seas jefe o formes parte de un equipo, siempre puedes tener un detalle con una persona cercana que ves que se ha esforzado al máximo y que ha tenido momentos difíciles y complicados. Dale una recompensa, no le dejes caer en el decaimiento o en el desánimo. Es ahí cuando adquiere sentido la palabra compañer@

Pero sobre todo y ante todo Celebra los éxitos. No los dejes pasar inadvertidos. Celebra el trabajo duro, el objetivo conseguido, y sobre todo hazlo en Grupo. Ya hace tiempo publicamos el vídeo Celebrar los éxitos que te invitamos a que vuelvas a ver.

Se trata de reconocer el esfuerzo tuyo y de los demás. De alimentar al ser humano mediante el elogio, tan necesario como la comida para vivir. En reforzar la profesionalidad para que alguien se sienta orgulloso de su trabajo. En favorecer la diversión para generar un buen ambiente. En crear entornos divertidos, donde la risa y la sonrisa estén por todos los lugares de la organización.

En definitiva, se trata de crear una Cultura del reconocimiento donde todos podamos convivir con el orgullo de que nuestro trabajo y esfuerzo se ve recompensado.

Si pasamos por la vida reprochándonos en lugar de premiándonos seremos menos felices. Por eso atrévete a darte un Premio, hoy te lo mereces (y lo sabes).