Desde los tiempos inmemoriales el ser humano se ha querido rodear de personas que le hagan reír. Desde los antiguos “bufones de la corte” en la edad media y siglos venideros, hasta los artistas callejeros, pasando por los payasos, ahora llamado clowns.
Pero no solo nos reímos con “profesionales de la risa”, sino que tendemos a acercarnos a personas que nos hacen reír, tienen gracia o nos hacen gracia.
Entonces, ¿Qué cosas nos hacen reír?
Sin lugar a dudas, desde el principio de los tiempos una de las cosas que más nos ha hecho gracia es el infortunio de los demás. Si además este es por sorpresa como una caída, un error incontrolado, un despiste o una actividad pública vergonzosa, muchísimo mejor. El reírnos DE los demás es algo inherente a nuestra especie humana. En algunas películas de dibujos animados hemos transmitido a los animales una cualidad únicamente humana, y es reírse de sus semejantes. Las cebras no se ríen si otra cebra se da un leñazo, o una cabra no se ríe de otra si se despeña por el desfiladero. Esto, que es esencial y único de los seres humanos, nos acompaña históricamente haciendo que reírnos de las desgracias y los infortunios de los demás nos deje sentir mejor a nosotros y de nuestras propias desdichas y adversidades.
Pero otro cosa que nos hace reír es el Ingenio que demuestran las personas. Tanto poetas, como trovadores han sacado nuestras sonrisas y carcajadas con sus ingeniosos juegos de palabras. Es indudable que las personas nos rendimos ante la capacidad de un orador que saca lo mejor de nosotros con su ingenio, sarcasmo, ironía o bien con su surrealismo. Muchos humoristas utilizan el juego de palabras ridículas y sin sentido para sacar la mejor de nuestras sonrisas.
El Susto y la sorpresa son otros elementos que nos hacen reír. Lo que primeramente es una reacción de miedo y espanto que produce un gran sobresalto, continua con una gran risa y carcajada si sabemos encajar el momento y que “el peligro” no es real. Han triunfado muchos programas de televisión que ofrecen “sustos” en plena calle o en circunstancias cotidianas que empiezan a resultar extrañas. Las reacciones nuestras y de los que nos rodean nos han proporcionado grandes momentos de risa.
Otro de los que triunfan mucho es el disfrazarse o vestirse de manera extraña. Sobre todo porque rompe nuestros moldes sobre la persona que lo hace, y si su imagen es diferente a como se muestran, seguramente nos hará muchísima más gracia. Ver disfrazado a jefes, managers, o personas catalogadas como serias, nos producirá tal contraste que nuestro cerebro reaccionara de la mejor manera posible, provocando la risa. El secreto para estas personas es que hacer esto les humaniza y les acerca al “resto de los mortales”. Espero que los políticos entiendan esto.
Cuando se producen situaciones o actos irregulares, histriónicos o fuera de lo habitual nuestro cerebro analiza la situación, pasando por un momento de “no debería estar pasando esto” para a continuación sonreír o reír según se de ese momento. Si alguien se pone a cantar en plena calle, al principio mostraremos sorpresa, para luego reír o sonreír. Se trata de algo poco habitual, que no debería ocurrir y que nos saca de nuestra rutina y de nuestros pensamientos.
Otro de los clásicos, por tratarse de alto tabú, es lo relacionado con el Sexo. Cualquier acto de desnudez, juego de palabras con referencia al sexo, o bien un acto libidinoso públicamente, nos producirá una sonrisa y estupor. La mayoría de los chistes están relacionados con el sexo, y es que al ser algo que se ha considerado tabú y no se hablaba, tenemos incrustados en nuestro ADN y seguramente durante muchos años, que el sexo nos produce rubor, vergüenza y… risa.
Últimamente se ha trabajado, sobre todo en talleres de Risoterapia, con la Risa por contagio. Lo que toda la vida ha sido la risa contagiosa, que tiene poca ciencia, ya que los seres humanos tendemos a imitar a nuestros semejantes, y cuando vemos a alguien reir con ganas, seguramente que iremos cayendo poco a poco. Lo que conseguimos es “forzar” la risa, pero sus efectos son igualmente positivos. Por eso muchas actividades o trabajos provocan este efecto, para tener un ambiente distendido con el que afrontar la actividad y las tareas.
Otro de los momentos de contagio de risa está al alcance de muy pocos, y es provocar la risa mediante la comunicación corporal. Solo con nuestro cuerpo, los gestos, las caras, la forma en la que nos movemos, podemos provocar en las otras personas verdaderas carcajadas. Si exageramos, nos comportamos de manera surrealista y lo hacemos de manera convencida, podemos establecer una conexión con las otras personas tan fuerte como contando un chiste. La mayoría de la comunicación que tenemos con los demás es corporal, y la risa nos escapa de nuestros gestos y movimientos.
Y por último nos apuntamos a la risa compartida, mediante algo que no suele fallar, reírnos de nosotros mismos. No tomarnos en serio, reírnos de nuestros defectos, de nuestras adversidades, de nuestros fallos, de los errores que cometemos. Si te ríes de ti mismo, ya tienes alguien con quien siempre te puedes reír. Y aquí esta uno de los pilares para poder vencer el pesimismo, la depresión, el enfado y el malestar, y saber aceptarnos tal y como somos, con nuestros defectos de seria y los fallos que tenemos para asi poder reírnos de nosotros mismos y compartir eso con los demás. Cuando te ríes de ti mismo no solo te estas quitando de encima el peso de no soportar el fallo, sino que además estas haciendo felices a los que te rodean, y se sienten mas cercanos a ti.
Lo fantástico y sublime es poder utilizar todas ellas en diferentes momentos, o incluso mezclarlas. Eso hará que nos sintamos mejor, y lo más importante, que hagamos sentir mejor a los que nos rodean en nuestro entorno.
Es un articulo muy bueno, y que nos transmite una gran verdad.
[…] dudarlo, el número uno, ha sido el artículo Qué hace reír a las personas. Nos gusta saber cuáles son los principales motivos para reír y pasar un buen rato. Fueron muchas […]
Jajajajajanajajajajajaja
Me ha gustado mucho el post, sobre todo el antepenúltimo paragrafo y el último. Está muy bien explicado y he podido encontrar lo que buscaba