Hace tiempo la Dirección de Infojobs, Portal de Empleo líder, capitaneada por Jaume Gurt, creyó que la felicidad de sus trabajadores es un objetivo a conseguir. Que les guste su trabajo, que se sientan orgullosos de su empresa y que mantengan el compromiso, la ilusión y el optimismo. En Infojobs habilitaron un espacio específico para la tranquilidad y para relajarse cuando es necesario, le llaman la Sala de la Alegría.
Algunos expertos y eruditos hablaron de la Alegría a lo largo de la historia:
- Jonathan Swift: “Los mejores médicos del mundo son: El Dr. Dieta, el Dr. Tranquilidad y el Dr. Alegría”
- El profesor medieval de cirugía Henri de Mondeville señalaba que “la alegría era una herramienta definitiva para ayudar a recuperar a los pacientes, cuyas vidas debían dirigirse hacia la felicidad”. Para llegar a tan ambiciosa meta, De Mondeville lo tenía claro: «Hay que permitir que sus pacientes y amigos lo alegren y que alguien le cuente chistes… Mantener el espíritu del paciente con música de violas y salterios de diez cuerdas».
- Frase sacada de la Biblia: «Un corazón alegre es como una buena medicina, pero un espíritu deprimido seca los huesos».
Alegría viene de la palabra “Alecri” que significa estar vivo. También significa animado, y el que está animado, anima a los demás, así como el que está apagado, apaga a los demás
Hay personas que transmiten alegría y buen rollo. Es una cuestión de actitud ante la vida, y eso se transmite.
El Optimismo y la Alegría sirven para mejorar el autocontrol, autoestima, auto motivación y mejorar el estado de ánimo.
Os dejamos con una historia real donde la Alegría sirvió para combatir la enfermedad
Norman Cousins, periodista norteamericano, enfermó gravemente, le diagnosticaron una enfermedad del tejido conjuntivo considerada incurable. El dolor a las articulaciones le impedían realizar movimientos corporales, y los calmantes ya no producían efecto. Los médicos le informaron que sus posibilidades de curación eran poco probables. Relata en 1976 su increíble recuperación, cuando narra su jubiloso descubrimiento: viendo cortometrajes cómicos se rió 10 minutos sin parar, la risa le producía un efecto analgésico y le proporcionaba dos horas de sueño sin dolor.
Entonces recordó una conferencia sobre las nefastas consecuencias que las emociones negativas ejercen sobre el organismo. Pensó que, si en su caso, las emociones negativas, como la ira, la rabia, el estrés, la ansiedad, etc., habían jugado un papel decisivo en la aparición de su enfermedad, tal vez las emociones positivas fueran capaces de restablecer el equilibrio y recuperar la salud.
Se propuso combatir su enfermedad con risa, humor y alegría, diariamente se procuraba medios para reír, y con altas dosis diarias de risa, junto con el tratamiento médico tradicional, se recuperó y volvió a sus actividades de la vida normal.
Hoy es considerado como el faro de la terapia de la risa; era redactor y periodista y fue nombrado catedrático adjunto en la Universidad de UCLA, en los Ángeles.
Y tu ¿vives la vida con Alegría?
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