Dice mi buen amigo Manuel Feijoo Aragón (Manu para los que le conocemos de hace tiempo) que con Humor entra mejor… la Comunicación (algunos pensarían otra cosa).
Uno de mis grandes descubrimientos de niño a adolescente fue que haciendo el “payaso”, profesión dignísima según mi amigo Manu ya que su abuelo era un conocido payaso: Miliki. Los niños querían pasar más tiempo conmigo porque les hacía reír. Y eso me hacía sentir muy bien.
Con el tiempo aumenté mis habilidades de payaso y cada vez me arriesgaba más para hacer reír. Quedarme sin ropa o cantar a todo lo que me daba la garganta hacía que las carcajadas se multiplicaran. Y eso me hacía sentir muy bien.
Enseguida descubrí que la gran mayoría de las personas quieren pasar más tiempo con personas que les hacen reír o con las que se divierten. Y eso durante mi adolescencia / juventud afirmó mi personalidad de bufón. Además, me ayudó a acercarme a las chicas, contando el gran handicap que tenía con mi físico. Llevo con mi pareja más de 20 años juntos, y siempre dice que empezó a salir conmigo porque le hacía reír, aunque también afirma que después de tantos años juntos hay cosas mías que “no le hacen mucha gracia”.
El Humor une. La seriedad distancia y aburre.
La risa con personas es el mejor antídoto frente a los problemas, la adversidad y la desesperación.
La risa compartida es la vacuna más eficaz para el stress, la tensión y todo aquello que nos hace dar vueltas a la cabeza.
Si algo te preocupa intenta buscar unos buenos amigos para reírte de tonterías. O ponte un monologo divertido en Internet (hay muchísimos). O disfruta de una buena película de comedia.
El humor es el antídoto más eficaz contra la depresión.
Disfrutar de la compañía de personas que nos hacen reír es un regalo que no debemos desperdiciar. No lo pierdas. Si las encuentras tendrás un gran tesoro en tu vida.
[…] semana tratamos este tema en nuestro articulo «Haz reír a los demás y el mundo te seguirá” y es completamente cierto. Puedes visualizarlo […]
Mucha gracia, muchas gracias! En mi caso personal también puedo decir que el humor fue vital a la hora de la «conquista», pero mucho más en el «aguante» cotidiano.