Ha llegado el momento de poner políticas de SALUD MENTAL en el trabajo

Hace poco nos hemos encontrado con una noticia que para los aficionados al mundo del deporte, y en concreto al Baloncesto, nos ha dejado impactados: Ricky Rubio, jugador de la selección española de baloncesto, y anterior MVP (Jugador más Valioso) del anterior Mundial de Baloncesto 2019 abandona la selección para cuidar su salud mental.

Los aficionados contábamos con que Ricky nos iba a dar muchas alegrías en este Mundial de Baloncesto, por eso nos llevamos un “chasco”.

Esto no es nuevo en el mundo del deporte.

El jugador de baloncesto Alex Abrines tuvo que dejar de jugar en el máximo nivel de su deporte, la NBA, por sufrir temas de ansiedad y depresión.

En el libro Desdramatizar en la vida y en el trabajo de EXIT Editorial, que escribió nuestro CEO, Ángel Largo, habla de la situación de Simone Biles, la atleta que previsiblemente iba a ganar varios Oros en las Olimpiadas de Tokio, y que tuvo que abandonar parte de las competiciones por los problema de presión y expectativas que le suponían ansiedad emocional.

En las Elecciones Generales del 23 de Julio algunos partidos políticos han incluido en sus programas electorales medidas de Salud Mental para los ciudadanos, a la altura de la Salud Física en temas Sanitarios. Ahora tenemos que ver si van a implantarlos o se quedaran en “promesas electorales”.

Lo que tenemos absolutamente claro es que ha llegado la hora de igualar Salud mental y física.

Si nos preocupamos por nuestra Salud dental, porque se pueden contraer enfermedades por la boca que pueden a ser peligrosas para nuestra Salud, entonces debemos poner foco también en la Salud mental porque podemos contraer enfermedades por el Alma, que nos afecten de manera grave a nuestra Salud Física y Emocional.

Es urgente y necesario que las empresas puedan tener Programas de Salud Mental para sus empleados. Que se ocupen de sus necesidades emocionales, ya que les afecta a nivel profesional y de resultados.

Queremos contar una historia real que nos impactó, aunque ocurrió hace ya algún tiempo. Vamos a llamar Pedro a nuestro personaje (nombre inventado).

Pedro era un gran profesional. Se dedicaba a las ventas y sus números eran impresionantes. El numero 1 de su compañía con grandes ratios y contratos muy rentables para su empresa. En un momento determinado Pedro empezó a bajar sus resultados. Se le notaba triste, abatido y sin ganas de interlocutar con los clientes, algo que siempre le había gustado. En un momento determinado el responsable de Pedro le dice que sus resultados han bajado espectacularmente y que eso no puede continuar así. Pedro no niega su baja de resultados y se propone mejorarlos delante de su responsable.

Pasado unos meses los resultados siguen empeorando y el animo de Pedro esta por los suelos. Su responsable le da un “toque de atención” y le dice que si continua así será despedido. Pedro asume su posible destino y se esfuerza en hacerlo lo mejor posible, pero se ve incapaz de hacerlo.

La situación transciende a la máxima dirección y el máximo responsable de la compañía se decide a tener una reunión en formato de comida con Pedro fuera de la oficina a solas ellos dos. Pedro le confiesa que esta en un proceso de divorcio complicado, con niños de por medio, y que le esta afectando personalmente. En ese momento el CEO de la compañía decide aportar a Pedro ayuda psicológica especializada para afrontar la situación. Pedro, poco a poco, se va animando. Se le ve con mejor actitud y mas contento por momentos. Pedro empieza poco a poco a mejorar sus resultados, con la satisfacción de su responsable.

¿Qué hubiera pasado si no se hubieran interesado por la Salud Mental de Pedro? ¿Le hubieran despedido?.

Somos nuestras emociones.

Por eso en Hudipro estamos convencidos de la importancia de los Programas de Salud Mental en las compañías.

Tenemos diferentes Formaciones y Soluciones para mejorar la Salud Mental que llevamos implantando mas de 10 años en las empresas.

Si quieres conocerlas escríbenos a info@hudipro.com