Mihaly Csikszentmihalyi en su libro FLOW (Fluir) decía que la mayoría de los conflictos en el trabajo es debido frecuentemente al sentimiento defensivo de alguien que teme perder prestigio. Para demostrar su valía establece unos parámetros de cómo le deben tratar los demás y entonces espera que todos cumplan sus expectativas. Pero raramente se cumplen porque los otros también tienen sus normas de cómo deben ser tratados y como se deben relacionar. Quizás la solución es ayudar a los demás, incluido tu jefe, a que cumplan sus objetivos para que ellos te ayuden a que cumplas los tuyos.
La Gestión de Conflictos es un tema tratado frecuentemente en las organizaciones. Tanto es así que muchos de los conflictos no solucionados se enquistan y pueden degenerar en un problema mayor, pasándose a la falta de respeto, y con consecuencias desastrosas para los demás y también para la empresa.
La risa es un fenómeno social y produce un efecto de acercamiento, de reducción de las distancias, y reducción de los conflictos y las hostilidades.
El sentido del humor, practicado para compartir no para humillar al otro, es un buen antídoto para hacer frente al Conflicto.
Desde el humor podemos solucionar problemas sin agredir el otro. Se trata de desdramatizar, de poder gestionar un problema afrontándolo sin el ego, y con el respeto hacia el otro y a su punto de vista. Reírnos de nosotros mismos, de lo que ocurre, de la situación, del problema en sí, ayuda a afrontar otro punto de vista que nos acerca más a una solución, y nos permite sentirnos más cercanos a la otra persona.
Si reímos juntos compartimos juntos, y el hecho de compartir une y no divide.
El conflicto puede ser inevitable, pero también puede ser gestionado a través del humor que genera la suficiente empatía para poder acercar posturas y comprender los sentimientos de la otra persona.
¿Te atreves a gestionar un conflicto con sentido del humor?
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