¿Tienen sentido del humor nuestros políticos? ¿Practican el humor o más bien el Sarcasmo? ¿Es la política una actividad Seria?

Como defendemos de hace tiempo, la confusión entre la Seriedad y la Profesionalidad, donde uno puede ser profesional y cumplidor, pero a la vez ser divertido y responsable, es llevada al máximo extremo en los políticos.

Lo que observamos día tras día, sobre todo por el gran seguimiento de los medios de comunicación, es que los políticos hacen uso habitualmente y de manera exagerada de una “sonrisa forzada”. Sobre todo en campaña electoral, y siempre ante los medios de comunicación cuando “posan”.

El sentido del humor en los políticosMe ha llamado, sobre todo, la atención de la “gran sonrisa forzada” del actual Presidente de la Comunidad Valenciana Ximo Puig

Alguien debería decirle que, además de que seguramente le duelan los músculos faciales, su sonrisa se aleja mucho de la “sonrisa natural” que los expertos han denominado Sonrisa Duchenne que se caracteriza por rasgos más naturales y que provocan una mayor aceptación de la persona, tal y como explique en el articulo de mi blog La Felicidad es posible.

El sentido del humor en los políticos: ¿lo practican o es, más bien, sarcasmo? ¿Es la política una actividad Seria?

Aún así, prefiero que los políticos sonrían a que estén serios. En la Conferencia que he realizado en diferentes Escuelas de Negocio sobre Humor y Productividad hablaba del “miedito” que me dan los políticos cuando no sonríen, comparándolos en momentos donde están “serios” a momentos en los que están sonriendo, donde desprenden mas humanidad, y a nosotros nos da más confianza, y también tranquilidad.

El sentido del humor en los políticosVer a Obama o a Putin, los tíos que tienen los dedos y el botón para que el mundo se vaya al carajo, con rostro serio, me da mucha “caquita”.

La relación que mantengo con los políticos desde hace años, sobre todo a nivel institucional, por mi actividad en la Plataforma Civil ARHOE (Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles), me ha dado una visibilidad sobre el “sentido del humor” que tienen algunos de nuestros políticos en “las distancias cortas”.

No se trata de hacer “carnaza” sobre las formas de unos y otros, entre otra cosas porque me da igual el color de cada uno, lo que me importa es que hagan lo mejor para los ciudadanos y no para sus intereses. Pero he de destacar que ninguno me ha sorprendido por su gran sentido del humor, ni por su simpatía. Sería la situación o que se habían levantado ese día con mal pie, pero intentando sacar de ellos lo mejor con una sonrisa, como suele ser habitual en mis reuniones con cualquier persona, muy pocos se animaron a instalar el humor en la reunión que mantuvimos.

El sentido del humor en los políticosPero si tengo que destacar a una persona que perteneciendo al ámbito político, también es alguien destacado en el ámbito social. Esta persona, cuando se acercó a saludarme, lo hizo con una amplia sonrisa que rápidamente me contagio, no solo a mí, sino a todos los que estábamos en la sala. Su sonrisa desprendía calidez y cercanía. Tanto que, como somos casi de la misma edad, dan ganas de irse a tomar unas “cañas” con él. Sin duda eso hizo que sintiera rápidamente gran simpática y admiración por esta persona.

Así que desde este lugar solicitamos a todos los políticos (a algunos se lo he dicho en persona) que tengan más sentido del humor (y menos sarcasmo e ironía con el contrario), que dejen de meterse los unos con los otros y nos den soluciones amables, que nos regalen una sonrisa natural, que sean más cercanos, y que no practiquen la simpatía sino que la vivan y la sientan de verdad. Que sean personas con las que nos apetecería ir a tomar una cerveza o ir al cine. Como tú y como yo.

¿Es mucho pedir?