¿Te acuerdas cuando jugabas durante tu infancia? No había prejuicios, indagabas nuevas formas de jugar, te relacionabas con todo tipo de niñ@s, y sobre todo te divertías.
¿Has podido observar un patio de recreo infantil y sus comportamientos? ¿No te gustaría sentir y experimentar eso en tu vida adulta?
El juego infantil se basa, entre otras cosas en la Curiosidad.
Según los últimos estudios en empresas una de las Competencias y Habilidades más valoradas por las organizaciones es ¡¡¡Curiosamente la Curiosidad¡¡¡.
Entonces necesitamos Interacciones Sociales transformadoras para poder gestionar esa Curiosidad.
Volviendo al Juego, los animales juegan para desarrollar sus habilidades motoras, como entrenarse para cazar o para huir del peligro, y su posterior supervivencia. El juego es vital para su supervivencia y su posterior desarrollo.
Hace poco escuché en una clase de “aerobic en la piscina” la siguiente frase: “No Pain no Game”. Para este caso podríamos decir: “No Game no Fun“. Lo que implica que sin juego no hay diversión y sin diversión puede acudir rápidamente la Depresión.
Bien utilizado en el trabajo, el juego se convierte en la herramienta que estimula la experimentación, la familiarización y el descubrimiento. Y esto lo podemos extrapolar a nuestras relaciones sociales también.
Según algunos expertos, la base de la confianza se establece a través de señales de Juego. Jugar equivale a adquirir mayor confianza con nuestro entorno, y eso conlleva a tener mejores relaciones.
Según la Concise Oxford Dictionary, el cambio en el trabajo está en ”implicarse en una actividad para disfrutar y con fines recreativos en lugar de con un propósito serio y práctico”.
Algunas organizaciones han introducido el juego para conseguir objetivos a nivel laboral. Se trata de tener Competiciones o Retos para que los empleados consigan sus objetivos y a la vez lo hagan divirtiéndose. Esto es debido a que el Ser Humano necesita Ser Retado o puede aburrirse y dejar de hacer las cosas bien.
Siendo esto así entonces el Líder Motivador pasa a ser un Líder Retador.
Se trata de tener un ambiente laboral que produzca más y mejor a través del Juego.
Si además, esto lo llevamos a otro nivel para mejorar nuestros procedimientos en la organización, podemos hablar de mejorar las Reuniones pasando de Reuniones Aburridas e Improductivas a tener Reuniones Divertidas y Eficaces.
En Hudipro ya hablamos de esto en alguno de nuestros videos sobre Happy Work:
Paul Lindley, en su libro “Little wins. The huge power of thinking like a toddler”, hace las siguientes recomendaciones respecto al juego (Fuente clavesliderazgoresponsable.blogspot.com):
1.- Disfrutar del camino. Los resultados importan, pero lo que aprendemos en el sendero para llegar a la meta también es importante. Es aconsejable adoptar la “mente del principiante” aprendiendo en el camino, abandonando nuestras concepciones previas de cómo se deben hacer las cosas.
2.- Ser creativos y para ello no dejar que nuestras prácticas o entorno de trabajo sea excesivamente rígidos. Debemos reservar tiempo para otros proyectos, distracciones y actividades fuera de las ordinarias que sean inspiradoras, así como crear un entorno de trabajo relajado e informal.
3.- Tener sentido del humor. Va a ser muy útil para diluir tensiones y para darnos ventajas en conversaciones profesionales, como en el caso de que exista un bloqueo. Divertirse no tiene por qué ser una frivolidad, puede ser una parte importante del proceso de tener éxito, por ejemplo, es una forma de unir a un grupo de individuos y convertirlos en un equipo de alto desempeño.
Desde Hudipro os recomendamos que veáis el video de Ted de Stuart Brown, psicólogo y experto en juegos y fundador del Instituto Nacional del Juego estadounidense sobre lo Esencial que es el Juego, y en el que está basada esta entrada. Para nosotros un imprescindible para organizaciones que quieren desarrollar a sus empleados:
[…] El juego para aprender y gestionar nuestras relaciones (también en el trabajo) […]