Victor Frankl, uno de los padres de la Psicoterapia y Logoterapia, en su libro El Hombre en busca del Sentido, un bestseller basado en su convivencia en los Campos de Concentración Nazi durante la II Guerra Mundial, relataba como poder alejarse del sufrimiento cotidiano que padecía en el Campo de Concentración.

Cogiendo un texto íntegro del libro dice:

Me obligue a pensar en otras cosas. De repente me vi de pie en el estrado de un salón de conferencias bien iluminado, agradable y cálido. Había un atento auditorio sentado en cómodas butacas tapizadas. ¡Daba una conferencia sobre la psicología de los campos de concentración¡ Al delimitar científicamente los hechos, lo que me oprimía cobraba relieve y una cierta perspectiva. Con ese método conseguía distanciarme de la situación y superar de algún modo el sufrimiento, contemplándolo como si ya hubiera sucedido”

Hay que destacar que Victor Frankl estuvo mas de 5 años de cautiverio, en condiciones paupérrimas, con castigos físicos y psicológicos inimaginables para las personas del Siglo XXI y que se unían a enfermedad, hambre y esperanza de vida ínfima ante una muerte posible en cualquier momento. Unido a una humillación constante por parte de sus “carceleros”.

Cualquier problema que podamos pensar que tenemos, comparado con esa situación, no deja de ser una mera anécdota temporal de sufrimiento, frente a un destino oscuro, sombrío y desolador como el de las personas que sufrieron este “castigo inhumano” en los Campos de Concentración Nazis.

La gestión del pensamiento, pensando en otras cosas que podían producir un bienestar emocional, para poder evadirse de una realidad triste y dolorosa, no solo le ha funcionado a Frankl, sino también a muchas personas, yo entre ellas, que utilizamos técnicas de Visualización placentera para poder evadirnos de un problema que nos agobia y nos hace sufrir y pasarlo mal. Pensar en una visión nuestra en un futuro mejor y posible nos ayuda a afrontar el reto del dolor.

Dice Frankl en otro párrafo del libro algo que nos debería hacer reflexionar:

“El prisionero que perdía la fe en el futuro -en su futuro- estaba condenado. Con la quiebra de la esperanza faltaba, asimismo, la fuerza del asidero espiritual; se abandonaba y decaía y se convertía en un sujeto aniquilado, física y mentalmente… Comenzaba cuando el prisionero se negaba a levantarse, a vestirse y a salir del barracón a la hora de formar. Entonces ya no había nada que hacer”

Ese abandono del que habla Frankl también lo he observado en personas, que con quizás menos motivos que el sufrimiento de un barracón nazi en el desconsuelo de una muerte cercana, se abandonan y piensan que “ya esta todo perdido”.

Por eso Frankl nos hace volver a la reflexión:

“Las palabras de Nietzsche “quien tiene un porque para vivir puede soportar cualquier cómo” podrían ser la motivación de todos los esfuerzos psico higiénicos y psicoterapéuticos de los prisioneros. Siempre que se presentaba la oportunidad era preciso infundir un por qué -un objetivo- a su vida con el fin de fortalecerlos para soportar el terrible cómo de su existencia. Pobre del que no percibiera ya ningún sentido en su vida, ninguna meta, ninguna intencionalidad y, por tanto, ninguna finalidad para seguir viviendo: ese estaba perdido”.

Victor Frankl sobrevivió a los campos de exterminio. Fue uno de los pocos que lo pudo hacer de los que empezaron con él el cautiverio inhumano. Lo hizo porque su libertad interior le hizo sobreponerse a las “Circunstancias externas” que eran lo más dramáticas que un ser humano puede imaginar. Pudo ser libre dentro del cautiverio, y eso le ayudó a sobrevivir.

Y tú ¿Tienes tu por qué? El cómo lo puedes construir, ya que tus limitaciones no serán, seguramente, como las de Frankl.

Distanciarse del sufrimiento y el dolor. Hudipro. Happy Work, Happy Life.

Hablamos de un Propósito de vida. Algo que nos empuje a seguir adelante, a pesar de las circunstancias, y que nos ofrece superarnos para poder vencer cualquier adversidad.

El abandono y la desolación es el camino directo a la perdición. Es entonces, cuando mas oscura sea la noche, cuando debes encontrar tu Por qué tu Propósito y retarte a ti mismo.