“La risa es un desahogo de la agresividad, libera las tensiones y hace posible la vida en Sociedad»
(Marie Anaut. Libro “Humor, entre la Risa y las lágrimas”)

Este estupendo libro nos habla de los beneficios que el Humor y la Risa traen para los Seres Humanos, y como ha influenciado en la historia.

La Autora nos habla del Distanciamiento Humorístico de la siguiente manera:

“El distanciamiento humorístico permite poner un dique a las emociones excesivamente fuertes que resurgen al evocar recuerdos dolorosos. Tal es el caso de personas que relatan trayectos de vidas rotas, contempladas a través de la mirada distante de la risa, incluso riéndose de si mismas. El disfraz del humor permite así la expresión de lo inerranable, que de otro modo permaneciera acallado, oculto, capaz de causar vergüenza. Al permitir contar lo inerranable, el humor contribuye a dar un sentido a las situaciones traumáticas”.

La autora también menciona en una parte del libro a Boris Cyrulnik, que es un neurólogo, psiquiatra psicoanalista y etólogo francés de gran prestigio. A el le atribuye la siguiente reflexión:

“En un contexto traumático, el humor puede actuar como un mecanismo defensivo que permite atenuar nuestros miedos y sufrimientos, liberando las tensiones internas. Reinos de lo que nos angustia o nos hiere supone llevar a cabo un distanciamiento que favorece reacomodar los traumas y su elaboración. Pueden intervenir distintas modalidades de expresión de lo cómico en la protección de los individuos y favorecer la elaboración de los traumas”.

Sin duda el capítulo de Conclusiones del libro nos acerca a unas consideraciones interesante sobre el tema del Humor.

“Frente a la complejidad del mundo moderno, el humor representa un vector poderoso de cohesión entre las personas”.

“El humor es, pues, un instrumento de relación debido a su atractivo social y a sus cualidades de seducción afectiva y sexual. Cumple diversas funciones en la vida cotidiana de las personas y en los actos de socialización, sobre todo ofreciendo un distanciamiento emocional frente a las dificultades de la existencia. Por medio de las actividades alegres, lúdicas y autotélicas, pone en funcionamiento un impulso vital que ha demostrado tener virtudes protectoras y de apoyo en los sujetos que sufren. Permite el alivio de las tensiones durante situaciones de la vida cotidiana. También puede ser usado para cumplir las funciones de protección y de apoyo cuando las personas se enfrentan a dificultades traumáticas, situaciones de adversidad, que van más allá del stress cotidiano”.

“Frente a la adversidad en contextos dañinos el humor puede formar parte de los mecanismos de protección de las personas de varias formas. Como procedimiento protector, puede actuar en varios niveles: intrapsíquico, socioafectivo y conductual. En contextos generadores de traumas, sobre todo en situaciones prolongadas de peligro, ciertas formas de humor pueden ayudar a proteger al individuo de los efectos dañinos de los peligros internos y externos, protegerle de la efracción psíquica, atenuar su sufrimiento. En estos contextos las actitudes humorísticas muestran hostilidad y agresividad (humor negro, burla malintencionada contra el agresor), y pueden tener una función protectora de igual forma que otras formas de expresión de humor más empáticas y benevolentes (parodia, autoparodia)”.

“Por otro lado, la perspectiva humorística también permite denunciar las injusticias sociales, las dictaduras y las barbaries, y ayudar a transmitir las experiencias traumáticas. Ciertas personas que han sufrido contextos dañinos fuera de lo común recurren a veces al distanciamiento humorístico para poder compartir sus experiencias, ya que la mascara de la parodia permite la narración de los sufrimientos sufridos”.

“El distanciamiento de la parodia resitúa al sujeto en un espacio emocional positivo, más seguro y revalorizador, tanto para sí mismo como para los demás. Las personas buscan reírse y hacer reír para divertirse, pero también para protegerse, a veces sobrevivir, y también para transmitir y elaborar experiencias traumáticas”.

“Las funciones del humor que actúan en el proceso de resiliencia pueden agruparse en tres modalidades principales: de protección, de elaboración, y de socialización. Por supuesto, estos tres ámbitos a menudo están interconectados. El humor puede contribuir a proteger a un individuo gracias al distanciamiento de la parodia haciéndolo socialmente atractivo. Gracias a una actitud humorística, no solo se defiende contra los riesgos de efracción psíquica, sino que podrá apoyarse en las relaciones sociales consolidadas que pondrán ayudarlo y sostenerlo. En efecto, una persona divertida desarrollará lazos de amistad más a menudo que otras y tendrá una red social a la que podrá recurrir en caso de dificultades. El humor acompaña el camino hacia la resiliencia en distintos momentos de la vida. Las cualidades protectoras y de apoyo del humor hacen del humor un recurso de privilegiado entre los factores que facilitan el proceso de resiliencia”.